La Ética Revolucionaria
Coordinación MGTL

Si no vienes a dar el tiempo, el corazón,
la vida, no desesperes por entrar,
porque en la entrada comienza tu salida.
El mundo moderno se asienta sobre la base de un sistema capitalista neoliberal, cuyo principio de acumulación mantienen al ser humano inmerso en formas de relacionamiento caracterizados por la explotación, opresión, avaricia y prepotencia, donde el individualismo, en el mejor de los casos, lleva a que cada individuo construya su vida y su “bienestar” y el de su familia sin reparar en las condiciones en que los demás miembros de la sociedad se encuentre.
Son los mismos seres humanos, quienes de forma intencional e indiscriminada, crean las condiciones de desigualdad y opresión que son las únicas fuentes de acumulación económica, política, cultural y de poder, como principio constituyente del sistema capitalista.
Es bajo este escenario, que como revolucionarios comprometidos debemos llevar nuestra labor, nuestro deber es la construcción del Socialismo. Para lo cual es imprescindible destruir el viejo orden social, pues no es posible construir justicia e igualdad social, dentro de un sistema cuyo principal sustento es la desigualdad y la explotación.
Quienes nos decimos revolucionarios, guiados bajo los principios éticos - revolucionarios del guevarismo nos proponemos como fin último la construcción de la nueva sociedad, basados en la edificación de un nuevo sistema de valores, donde el ser humano nuevo, en sus principios colectivistas, su vocación internacionalista y compromiso revolucionario se une a una acción práctica consciente, participando en los distintos espacios de la sociedad, como forma propia de militancia.
Está labor es muy compleja, y muchas veces puede parecer utópica, puesto que el neoliberalismo trata bajo todas sus formas de dominación ideológica, política y económica de desplazar a los y las revolucionarios conscientes, por la peligrosidad que representan para el mantenimiento del sistema, pues este tipo de hombres y mujeres somos quienes en nuestro deber creador y liberador vamos construyendo la conciencia colectiva para alcanzar una nueva sociedad.
La moda, las tecnologías, el sistema educativo, la religión, los medios de comunicación, etc. se encargan cotidianamente de condicionar la conducta del ser humano, y de implantar de forma naturalizada comportamientos consumistas y pequeño burgueses.
Nosotros como revolucionarios por estar insertos en el sistema mediante actividades cotidianas como el trabajo remunerado, los estudios y los mismos espacios de entretenimiento y distracción, no somos inmunes a ser influenciados por estas formas individualistas, es por ello que creemos que no basta únicamente con el compromiso y la voluntad de querer cambiar la sociedad.
Por el contrario, quienes decidimos emprender este camino, comprendemos que la opción revolucionaria, exige de una autoconstrucción permanente del revolucionario basados en la disciplina y la ética revolucionaria como respuesta fundamental a la necesidad objetiva de los oprimidos y excluidos de alcanzar su dignidad luchando.
Como guevaristas que somos, sabemos que la construcción de la ética revolucionaria es un elemento indispensable para la acción consciente que se renueva constantemente tanto en el proceso de la lucha por el poder, como en la posterior construcción la nueva sociedad socialista.
El Che en esto es muy claro, al preponderar el papel del sujeto revolucionario como elemento indispensable para la consolidación de las transformaciones socialistas, pues un nuevo tipo de ser humano es necesario para lograr un sistema de reparto social igualitario
Siendo así, la forma inmediata de esta ética es la disciplina, pero no bajo una forma mecánica y distorsionada de obligación – control – sanción, sino bajo el criterio de la consecuencia revolucionaria que solo puede nacer del amor al pueblo y la entrega a la transformación social.
En esta medida la constancia, la responsabilidad, la generosidad, la eficacia y la confianza se convierten no en obligación sino en expresión viva del compromiso revolucionario, este tipo de conciencia social se forma solo mediante la formación técnica - teórica, la reflexión política y el trabajo constante, es decir a partir de la complementariedad entre teoría y práctica.
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