El Guevarismo como Proyecto
Político

El pensamiento de Carlos Marx,
constituye la piedra angular de cualquier práctica revolucionaria, no es
posible pensar en un proceso revolucionario verdadero, si es que el mismo no es
guiado por el pensamiento marxista, cualquier otro intento, caería en el más
burdo revisionismo y se convertiría necesariamente en una práctica reaccionaria
pequeñoburguesa.
El Marxismo se desarrolla a partir
de la experiencia histórica del proletariado de los siglos XVIII y XIX, desde
la Revolución Francesa, pasando por la Revolución de 1848 en
Alemania, hasta la Comuna de París, siendo un punto fundamental en su
desarrollo histórico la fundación de la I Internacional o Asociación
Internacional de los Trabajadores dirigida por el mismo Marx, y la fundación de
la II Internacional dirigida por Engels.
El Marxismo puede estudiarse a
través de las tres partes que lo componen, la filosofía, la economía política y
el socialismo científico.
En el aspecto filosófico el
Marxismo constituye la síntesis dialéctica de la Filosofía Universal, de la
lucha entre el materialismo y el idealismo, dando como resultado la imposición
teórica del Materialismo a la luz de los más recientes descubrimientos de las
Ciencias Naturales, y del resultado de la lucha entre la metafísica y la
dialéctica, imponiéndose a su vez la dialéctica a la luz de los más avanzados
descubrimientos científicos y postulados filosóficos, encuentran su punto
culminante de desarrollo del pensamiento marxista a través del Materialismo
Dialéctico e Histórico.
Marx crea un punto de ruptura con
todo el antiguo pensamiento filosófico, armado con la Dialéctica y el
Materialismo, reconoce que la filosofía solo tiene sentido cuando participa de
la transformación de la sociedad, cuando recupera el pensamiento para su
actividad creadora, para su actividad revolucionaria, cuando pone el acumulado
del pensamiento humano al servicio de la transformación del mundo, de la
construcción de una sociedad dialécticamente superior, Marx, saca la filosofía
de las aulas y se la devuelve a las masas.
En este aspecto Engels desarrolla
y complementa las nociones de Materialismo Dialéctico e Histórico, plantea los
principales principios de un análisis filosófico materialista dialéctico de la
realidad, ataca las posiciones idealistas, plantea a la Materia como lo
primario, su eterno movimiento como resultado de sus propias contradicciones y
su manifestación en el pensamiento humano y en las contradicciones sociales que
conforman la práctica social.
En lo que se refiere a la Economía
Política, el Marxismo revela, al criticar a la vieja economía burguesa, que la
sociedad capitalista se desarrolla en base a la explotación de las masas
trabajadoras, descubre que el capital se nutre de la obtención de la plusvalía,
descubre que son los obreros los que valorizan las mercancías con un trabajo
que no les es remunerado por los burgueses, y que es este trabajo no pagado,
este trabajo robado, la fuente de reproducción del capital, el Marxismo quiebra
así todas las ideas económicas anteriores, destruye todo misticismo del
pensamiento económico y revela a la humanidad que el capitalismo se asienta
sobre la explotación de los obreros, de los trabajadores; revela que el
capitalismo se mueve en continuas crisis, y que en cada una de ellas mina las
condiciones de su propia existencia, mientras que las masas proletarias, cada
vez más pauperizadas, se van convirtiendo en los sujetos históricos de
destrucción del sistema de reproducción del capital.
Finalmente, en el campo del
Socialismo Científico el Marxismo tras descubrir que el capitalismo se nutre de
la explotación de los obreros, descubre que estos precisamente, llamados
Proletarios, son quienes deben dar fin a la sociedad capitalista, descubre que
solo el Proletariado puede construir la sociedad dialécticamente superior
llamada Sociedad Comunista, y que para llevar adelante este proceso necesita la
construcción de una Organización Revolucionaria.
El Marxismo constituye la guía
para la acción de la revolución proletaria, parte de un análisis detallado de
la historia de la humanidad como consecuencia de la lucha de clases
antagónicas, que en la dinámica de su constante enfrentamiento se van
constituyendo en el motor de la historia.
Esta lucha de clases se encuentra
determinada por la contradicción existente entre oprimidos y opresores, ambos
situados a los lados opuestos del proceso productivo, los unos en condición de
propietarios privados de los medios de producción, y los otros en condición de
proletarios excluidos de la riqueza y por tanto del poder.
Las contradicciones se vuelven más
agudas a medida que las fuerzas productivas se desarrollan, y las relaciones
sociales de producción se convierten en un freno para el desarrollo de las
primeras, es en estos momentos cuando la crisis se vuelve insostenible, y la
lucha de clases, se vuelve franca y brutal.
La sociedad capitalista así, nace
de la derrota del régimen feudal en manos de la burguesía, y de la implantación
de su modo de producción a nivel mundial; modo de producción, basado en la
producción industrial, y el crecimiento de los capitales privados.
La burguesía, logró un crecimiento
gigantesco de las fuerzas productivas, que permitió al capitalismo un colosal
desarrollo, en comparación con sociedades anteriores, pero a la vez que se
desarrollaba la industria, se desarrollaba también la contradicción del sistema
capitalista, los proletarios modernos.
Para poder producir la burguesía,
necesita reproducir el capital, que no es otra cosa que la riqueza acumulada,
para reproducir esta riqueza la burguesía necesita de ganancia, y esta ganancia
la obtiene de la explotación de la fuerza de trabajo de los obreros, que con su
trabajo dan valor a las mercancías y permiten la reproducción del capital.
Este capital permite a su vez la
compra de más fuerza de trabajo, y así la mayor reproducción del capital, que
cada vez se hace más gigante, a medida que condena a los obreros a la mayor
miseria, este trabajo, que es robado por el capitalista al obrero se conoce con
el nombre de plusvalía.
Estos obreros se constituyen por
lo tanto en la clase antagónica de la burguesía, en los productores de la
riqueza, que sin embargo se sumen cada vez en la mayor pobreza., y son los
únicos que pueden enfrentarse y derrotar a la burguesía, acabar con la
propiedad privada, y construir la nueva sociedad.
Pero para hacerlo necesitan
organizarse, necesitan convertirse en una organización capaz de derrotar a la
burguesía y a sus aparatos de dominación que son el Estado, el Ejército, la
Policía, etc., y esta organización de proletarios, lucha por la toma del poder,
la derrota y eliminación de la burguesía y la construcción de la Sociedad
Comunista.
El Leninismo se desarrolla a raíz
del proceso histórico mediante el cual, el Partido Comunista Bolchevique llevó
adelante la Gran Revolución de Octubre en Rusia, en la cual se derroco a la
burguesía como clase dominante y se instauró la Dictadura Democrática de
Obreros y Campesinos naciendo el Primer Estado Socialista de la historia humana
que perduraría hasta su hundimiento en el revisionismo tras la muerte de
Stalin y la instauración del Social Chovinismo de Jrushov. Puntos
fundamentales de este proceso histórico constituyen la victoria sobre el
fascismo en la Gran Guerra Patria, y la fundación de la III Internacional
Comunista, dirigida en un comienzo por Lenin, y continuada bajo la guía de
Stalin.
En los que se refiere al aspecto
filosófico, el pensamiento de Lenin se enfoca en la profundización del
Materialismo y su defensa frente a los postulados del idealismo y la
metafísica, Lenin desarrolla la validez de un entendimiento materialista
dialéctico de la realidad como premisa de cualquier práctica social, desmiente
todas las modernas ideas fenomenológicas idealistas y reconoce la existencia de
la materia independiente de la mente humana, la misma que al ser resultado de
los proceso bioquímicos y eléctricos cerebrales no es sino, la más compleja
forma de manifestación de la materia, desarrolla el criterio de verdad
dialéctica analizando la contradicción entre verdad absoluta y verdad relativa
como forma de desarrollo del conocimiento humano y propone los descubrimientos
de la física moderna (relatividad y teoría cuántica) como la afirmación de la
Materia como premisa de cualquier tipo de idea, reconociendo además que es la
Práctica Social la que determina al Ser Social.
Lenin propone también la
posibilidad de impulsar los procesos revolucionarios a través de la práctica
revolucionaria, es decir rompe con el esquematismo y el mecanicismo del
análisis social antidialéctico y el revisionismo parlamentario que planteaba la
sucesión mecánica y pacífica de etapas, plantea que la acción consciente de los
obreros y campesinos bajo la dirección del Partido puede impulsar los procesos
revolucionarios, aplicando así, el principio dialéctico de la contradicción a
la práctica política, proponiendo el papel de la Violencia Revolucionaria como
motor de la Historia.
En el campo de la Economía
Política, el Leninismo continuando la tarea de Marx realiza un análisis
sistemático del Imperialismo; el imperialismo es la fase superior
del capitalismo, en el cual el capital
de acumula en cada vez menos manos, conformando los denominados monopolios, que
son gigantescas asociaciones capitalistas, que controlan ramas enteras de la
producción, y que pelean por el reparto del mundo, de los mercados y de las
materias primas, hecho que desencadena en las grandes guerras imperialistas, en
defensa de los intereses de los monopolios.
En la aplicación práctica de la
Economía Política, Lenin desarrolla las nociones de la Nueva Política Económica
que permitió a la Unión Soviética atravesar con éxito la sangrienta guerra
civil y consolidar en el poder al Partido Bolchevique, desarrollando además las
líneas generales de los Planes Quinquenales de Industrialización y la
Colectivización de la Agricultura, los mismos que serían llevados adelante con
gran éxito por Stalin, postulando la posibilidad de que la acción conciente del
Proletariado bajo la guía del Partido puede generar cambios en la Base
Económica.
En lo que respecta al Socialismo
Científico, el leninismo, plantea la construcción de un Partido, el mismo que
debe organizar la lucha de clase del proletariado, dirigir esta lucha, y tener
como objetivo final la conquista del poder político por el Proletariado y la
organización de la Sociedad Socialista. Este Partido debe convertirse en la
vanguardia del proletariado, debe organizar su lucha contra toda la clase
capitalista y contra los gobiernos de esta clase capitalista. El Partido se
nutre de los mejores y más avanzados miembros del Proletariado, los mismos que
deben insertarse en los sectores populares e ir a través del estudio, la
agitación y la organización ir generando las condiciones subjetivas para la
revolución, de manera que, en los momentos de crisis generales del capitalismo,
estén en capacidad de guiar a las masas hacia la Toma del Poder.
Estos cuadros así, no esperan que
se den las condiciones, sino que se encargan de generarlas, no las condiciones
económicas, que siempre están dadas, sino las condiciones subjetivas de las
masas proletarias y campesinas, es decir su capacidad política y militar para
derrotar a la burguesía.
Una vez que se crean las
condiciones, y se producen momentos de quiebre de la hegemonía de la burguesía,
el Partido es el encargado de generar, la Insurrección, que es un levantamiento
general armado de las masas proletarias y campesinas, en el cual, vencen
militarmente al Estado Burgués y se convierten en poder, bajo la vanguardia del
Partido.
El Estado Burgués y sus formas de
gobierno, incluida la democracia burguesa, deben ser destruidas, y se instaura
una Dictadura del Proletariado, que dirige el periodo de transición del
capitalismo al Comunismo, conocido como Socialismo, que es un periodo en el
cual el proletariado destruye todos los rezagos de la sociedad capitalista, su
modo de producción, sus formas sociales y culturales, y construye la sociedad
sin clases, sin propiedad privada, y donde el Estado finalmente va diluyéndose
en la Sociedad Comunista.
La experiencia histórica de las
revoluciones latinoamericanas puede resumirse como Guevarismo, y esta
experiencia aporta, plantea como estrategia revolucionaria la Guerra
Revolucionaria del Pueblo, propone que un foco guerrillero puede establecer una
base de poder popular armado que mediante acciones guerrilleras puede ir
creciendo hasta convertirse en una fuerza política y militar capaz de llevar
adelante un proceso de ofensiva estratégica que desemboque en una Insurrección
y la destrucción del aparato estatal.
La Guerra Revolucionaria del
Pueblo plantea una modificación estratégica a las teorías de la Guerra Popular
Prolongada y de la Insurrección, puesto que propone la posibilidad de una
movilización armada de las masas que se constituya desde la construcción de
poder popular y que desencadene en procesos insurreccionales. La necesidad de
este tipo de procesos parte del hecho que los ejércitos nacionales
latinoamericanos son organizaciones reaccionarias al servicio del Imperialismo,
y por lo tanto, jamás generarán procesos como el acontecido en la URSS donde
las tropas se opusieron al gobierno provisional y respaldaron la insurrección,
sino que son ejércitos de ocupación imperialista contra los mismos países que
dicen defender; por lo tanto, en medio de un proceso revolucionario, las
masas armadas deben derrotar militarmente a los ejércitos nacionales
construyendo su propio ejército, un ejército revolucionario, que además tras el
asalto del poder, se convierte en la base armada de la dictadura del
proletariado. Una de las falencias históricas de este método, ha sido la
equivocación de desarrollar organizaciones político- militares sin una guía
partidista, por lo tanto, el Guevarismo plantea que la organización
revolucionaria se constituye como Partido y luego desarrolla la guerrilla.
La guerra de guerrillas es un
método que puede ser aplicado en el campo y la ciudad, y que es capaz de
generar guerras rápidas que movilicen a las masas, aprovechando las situaciones
de crisis de los países de la periferia del capital. En este caso la noción de
Partido se amplía, puesto que la organización revolucionaria se constituye como
Partido, es decir, para el Guevarismo la guerra es fundamentalmente un problema
político, y su resolución exitosa es la capacidad de orientación política del
pueblo en armas.
El proceso insurreccional se
genera con la combinación de lucha guerrillera en el campo y la ciudad. La
ciudad se convierte también en trinchera de batalla, el Guevarismo plantea la
organización político y militar de los habitantes de las periferias urbanas
para desestabilizar y derrotar el control por parte del Estado burgués. La
guerrilla urbana, o semi urbana, es una táctica dentro de la Guerra
Revolucionaria del Pueblo que busca organizar a las cada vez más crecientes
masas sub- proletarias que pueblan las ciudades y que se constituyen en las
nuevas masas en estas épocas de crisis final del Imperialismo.
Estas luchas se articulan en un
proceso de dos momentos, un primer momento denominado Liberación Nacional donde
los países del Tercer Mundo se emancipan del Imperialismo, nacionalizan sus
riquezas y desarrollan su industria, y un segundo momento de Revolución
Socialista en el cual los países avanzan hacia una forma dialécticamente
superior de sociedad; es un proceso que hacia adentro genera las bases materiales
del socialismo, y hacia afuera le quita al Imperialismo su base de apoyo
provocando que se hunda en sus propias contradicciones.
La Liberación Nacional es, a nivel
estructural, un periodo similar a la Revolución de Nueva Democracia o
Revolución Democrática Nacional, pero aplicada a las condiciones específicas de
Latinoamérica, donde nos encontramos sometidos a la dominación colonial del
Imperio Norteamericano, del cual hemos sido históricamente su “patio trasero”,
por lo tanto la dominación, a diferencia de lo que sucedía en China o en
Vietnam, es una dominación
estructural económica, política, cultural, militar e ideológica, y por
lo tanto demanda un proceso emancipador nacional que permita el desarrollo de
las tareas democráticas de desarrollo industrial, previos a los procesos de
colectivización. La Liberación Nacional implica un proceso emancipador
específico que genere las bases materiales para dar el paso hacia el
socialismo. De la misma manera, a diferencia de la “Revolución de Nueva Democracia”,
en los países latinoamericanos, no se puede contar con la burguesía nacional
como clase “revolucionaria” por cuanto la burguesía americana históricamente ha
sido una clase parásita, vendepatria, ligada al Imperialismo y sin ningún tipo
de principio nacional, por lo tanto, el Pueblo se constituye enfrentando a las
burguesías criollas.
El Guevarismo propone también el
antiimperialismo como proceso fundamental de la lucha revolucionaria. No se
puede pensar en una revolución latinoamericana que no tenga una perspectiva
internacionalista. Se propone la comunión de los pueblos del mundo contra el
Imperialismo como premisa de una práctica revolucionaria verdadera. Propone la
necesidad imperiosa de reconstruir la Internacional Comunista y el despliegue
de la lucha comunista por el mundo.
En lo que respecta al Materialismo
Dialéctico e Histórico, desarrollará una teoría de la ética revolucionaria que
consiste en la idea de que el “hombre nuevo” no se construye después de la
Revolución Socialista, sino que la misma lucha revolucionaria genera en el
sujeto una modificación de su visión del mundo que es la base de una nueva
ética revolucionaria. Esta ética no implica que el sujeto no se encuentre
cargado de las mismas contradicciones que la sociedad burguesa educa en cada
persona que se ha desarrollado en su seno, sino el combate permanente contra
las mismas como garantía del triunfo revolucionario. Esta es una ética del
sacrificio, la honestidad, el odio como factor de lucha y el amor como
fundamento del combate.
Esta ética revolucionaria, ya fue
propuesta por los grandes pensadores del marxismo- leninismo, pero la
diferencia consiste en que el Guevarismo convierte a la ética revolucionaria en
un elemento principal de la organización revolucionaria. El cuadro Guevarista
tiene que ser un comunista sacrificado al extremo, capaz de movilizar con su
voluntad, en carencia de recursos y posibilidades, las mejores condiciones de
las clases populares. No es solo un abstracto principio moral, sino una
necesidad práctica de una revolución que se realiza en condiciones durísimas y
con un enemigo brutal y poderoso. Un cuadro Guevarista que no sea capaz de
actuar en condiciones de total desventaja, de ausencia de recursos económicos,
incapaz de idear y movilizar todas las fuerzas de las cuales dispone, no será
capaz de llevar adelante una Guerra Revolucionaria. Y este proceso de
sacrificio y creatividad permanente es la que debe difundirse como principio
humano de construcción de una sociedad dialécticamente superior.
En cuanto a la Economía Política
encontramos tres grandes aportes de la lucha revolucionaria latinoamericana,
por un lado la teoría de que las formas agrarias comunitarias, heredadas de los
pueblos anteriores a la conquista, pueden convertirse en la base de un socialismo
propiamente americano, y por otro lado las propuestas de autonomía económica
basada en la eliminación del monocultivo, la industrialización y la
construcción de una América unida que supere el fraccionamiento al que fue
sometida por las oligarquías criollas. Nuestros países son países
estructuralmente semifeudales y dependientes del Imperialismo, así mismo, el
desarrollo capitalista de nuestros pueblos es de tipo comprador y burocrático,
es decir, una burguesía dedicada a la compra y venta de productos y que utiliza
el Estado como fuente de acumulación original. Por lo tanto es necesario
generar formas productivas propias que den respuestas en la generación de una
producción industrial, y el desarrollo de las zonas rurales, y como estas
formas requieren de ingresos económicos, y anticipamos condiciones de bloqueo
imperialista, solo podemos depender del desarrollo de nuestras propias formas
históricas de producción comunitaria como fundamento económico de la Liberación
Nacional y sobre estas la construcción de procesos de industrialización,
colectivización, urbanización y revolución cultural.
El Guevarismo propone también la
necesidad del desarrollo de economías nacionales y socialistas estrictamente
autónomas. En medio de un Imperialismo brutal, proponemos la posibilidad del
desarrollo de un socialismo en un solo país, pero para lograr eso se debe
generar una economía autosustentable, de un gran desarrollo industrial y de
crecimiento de las potencialidades productivas de cada uno de los países. No se
puede construir el socialismo en condiciones de dependencia, los países en
Liberación Nacional tienen que garantizar la economía nacional en base a sus
propias y autónomas economías revolucionarias, las mismas que necesitan ir
generando también nuevas formas de relaciones sociales y humanas.
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