sábado, 4 de agosto de 2018

El Guevarismo como Proyecto Político




El Guevarismo como Proyecto Político


El Guevarismo es ante todo marxismo- leninismo, es decir, reconoce los principios históricos universales de la ideología proletaria desarrollados durante los dos últimos siglos por comunistas como Marx, Engels, Lenin, Stalin, Mao, Gramsci, Fidel, etc. No se propone que el Guevarismo constituya una “nueva etapa”, sino que constituye la construcción de una aplicación teórica y práctica del marxismo a la historia, la economía, la cultura y la sociedad latinoamericana. El marxismo como guía de la acción y como ideología proletaria no constituye un pensamiento estancado o dogmático, sino que se alimenta y se desarrolla en cada aplicación práctica y en cada proceso de lucha proletaria. Es por eso que Mariátegui planteaba que el marxismo- leninismo latinoamericano no puede ser ni calco, ni copia, sino creación histórica.
El pensamiento de Carlos Marx, constituye la piedra angular de cualquier práctica revolucionaria, no es posible pensar en un proceso revolucionario verdadero, si es que el mismo no es guiado por el pensamiento marxista, cualquier otro intento, caería en el más burdo revisionismo y se convertiría necesariamente en una práctica reaccionaria pequeñoburguesa.
El Marxismo se desarrolla a partir de la experiencia histórica del proletariado de los siglos XVIII y XIX, desde la Revolución Francesa, pasando por la Revolución de 1848 en Alemania, hasta la Comuna de París, siendo un punto fundamental en su desarrollo histórico la fundación de la I Internacional o Asociación Internacional de los Trabajadores dirigida por el mismo Marx, y la fundación de la II Internacional dirigida por Engels.
El Marxismo puede estudiarse a través de las tres partes que lo componen, la filosofía, la economía política y el socialismo científico.
En el aspecto filosófico el Marxismo constituye la síntesis dialéctica de la Filosofía Universal, de la lucha entre el materialismo y el idealismo, dando como resultado la imposición teórica del Materialismo a la luz de los más recientes descubrimientos de las Ciencias Naturales, y del resultado de la lucha entre la metafísica y la dialéctica, imponiéndose a su vez la dialéctica a la luz de los más avanzados descubrimientos científicos y postulados filosóficos,  encuentran su punto culminante de desarrollo del pensamiento marxista a través del Materialismo Dialéctico e Histórico.
Marx crea un punto de ruptura con todo el antiguo pensamiento filosófico, armado con la Dialéctica y el Materialismo, reconoce que la filosofía solo tiene sentido cuando participa de la transformación de la sociedad, cuando recupera el pensamiento para su actividad creadora, para su actividad revolucionaria, cuando pone el acumulado del pensamiento humano al servicio de la transformación del mundo, de la construcción de una sociedad dialécticamente superior, Marx, saca la filosofía de las aulas y se la devuelve a las masas.
En este aspecto Engels desarrolla y complementa las nociones de Materialismo Dialéctico e Histórico, plantea los principales principios de un análisis filosófico materialista dialéctico de la realidad, ataca las posiciones idealistas, plantea a la Materia como lo primario, su eterno movimiento como resultado de sus propias contradicciones y su manifestación en el pensamiento humano y en las contradicciones sociales que conforman la práctica social.
En lo que se refiere a la Economía Política, el Marxismo revela, al criticar a la vieja economía burguesa, que la sociedad capitalista se desarrolla en base a la explotación de las masas trabajadoras, descubre que el capital se nutre de la obtención de la plusvalía, descubre que son los obreros los que valorizan las mercancías con un trabajo que no les es remunerado por los burgueses, y que es este trabajo no pagado, este trabajo robado, la fuente de reproducción del capital, el Marxismo quiebra así todas las ideas económicas anteriores, destruye todo misticismo del pensamiento económico y revela a la humanidad que el capitalismo se asienta sobre la explotación de los obreros, de los trabajadores; revela que el capitalismo se mueve en continuas crisis, y que en cada una de ellas mina las condiciones de su propia existencia, mientras que las masas proletarias, cada vez más pauperizadas, se van convirtiendo en los sujetos históricos de destrucción del sistema de reproducción del capital.
Finalmente, en el campo del Socialismo Científico el Marxismo tras descubrir que el capitalismo se nutre de la explotación de los obreros, descubre que estos precisamente, llamados Proletarios, son quienes deben dar fin a la sociedad capitalista, descubre que solo el Proletariado puede construir la sociedad dialécticamente superior llamada Sociedad Comunista, y que para llevar adelante este proceso necesita la construcción de una Organización Revolucionaria.
El Marxismo constituye la guía para la acción de la revolución proletaria, parte de un análisis detallado de la historia de la humanidad como consecuencia de la lucha de clases antagónicas, que en la dinámica de su constante enfrentamiento se van constituyendo en el motor de la historia.
Esta lucha de clases se encuentra determinada por la contradicción existente entre oprimidos y opresores, ambos situados a los lados opuestos del proceso productivo, los unos en condición de propietarios privados de los medios de producción, y los otros en condición de proletarios excluidos de la riqueza y por tanto del poder.
Las contradicciones se vuelven más agudas a medida que las fuerzas productivas se desarrollan, y las relaciones sociales de producción se convierten en un freno para el desarrollo de las primeras, es en estos momentos cuando la crisis se vuelve insostenible, y la lucha de clases, se vuelve franca y brutal.
La sociedad capitalista así, nace de la derrota del régimen feudal en manos de la burguesía, y de la implantación de su modo de producción a nivel mundial; modo de producción, basado en la producción industrial, y el crecimiento de los capitales privados.
La burguesía, logró un crecimiento gigantesco de las fuerzas productivas, que permitió al capitalismo un colosal desarrollo, en comparación con sociedades anteriores, pero a la vez que se desarrollaba la industria, se desarrollaba también la contradicción del sistema capitalista, los proletarios modernos.
Para poder producir la burguesía, necesita reproducir el capital, que no es otra cosa que la riqueza acumulada, para reproducir esta riqueza la burguesía necesita de ganancia, y esta ganancia la obtiene de la explotación de la fuerza de trabajo de los obreros, que con su trabajo dan valor a las mercancías y permiten la reproducción del capital.
Este capital permite a su vez la compra de más fuerza de trabajo, y así la mayor reproducción del capital, que cada vez se hace más gigante, a medida que condena a los obreros a la mayor miseria, este trabajo, que es robado por el capitalista al obrero se conoce con el nombre de plusvalía.
Estos obreros se constituyen por lo tanto en la clase antagónica de la burguesía, en los productores de la riqueza, que sin embargo se sumen cada vez en la mayor pobreza., y son los únicos que pueden enfrentarse y derrotar a la burguesía, acabar con la propiedad privada, y construir la nueva sociedad.
Pero para hacerlo necesitan organizarse, necesitan convertirse en una organización capaz de derrotar a la burguesía y a sus aparatos de dominación que son el Estado, el Ejército, la Policía, etc., y esta organización de proletarios, lucha por la toma del poder, la derrota y eliminación de la burguesía y la construcción de la Sociedad Comunista.  
El Leninismo se desarrolla a raíz del proceso histórico mediante el cual, el Partido Comunista Bolchevique llevó adelante la Gran Revolución de Octubre en Rusia, en la cual se derroco a la burguesía como clase dominante y se instauró la Dictadura Democrática de Obreros y Campesinos naciendo el Primer Estado Socialista de la historia humana que perduraría hasta su hundimiento en el revisionismo tras la muerte de  Stalin y la instauración del Social Chovinismo de Jrushov. Puntos fundamentales de este proceso histórico constituyen la victoria sobre el fascismo en la Gran Guerra Patria, y la fundación de la III Internacional Comunista, dirigida en un comienzo por Lenin, y continuada bajo la guía de Stalin.
En los que se refiere al aspecto filosófico, el pensamiento de Lenin se enfoca en la profundización del Materialismo y su defensa frente a los postulados del idealismo y la metafísica, Lenin desarrolla la validez de un entendimiento materialista dialéctico de la realidad como premisa de cualquier práctica social, desmiente todas las modernas ideas fenomenológicas idealistas y reconoce la existencia de la materia independiente de la mente humana, la misma que al ser resultado de los proceso bioquímicos y eléctricos cerebrales no es sino, la más compleja forma de manifestación de la materia, desarrolla el criterio de verdad dialéctica analizando la contradicción entre verdad absoluta y verdad relativa como forma de desarrollo del conocimiento humano y propone los descubrimientos de la física moderna (relatividad y teoría cuántica) como la afirmación de la Materia como premisa de cualquier tipo de idea, reconociendo además que es la Práctica Social la que determina al Ser Social.
Lenin propone también la posibilidad de impulsar los procesos revolucionarios a través de la práctica revolucionaria, es decir rompe con el esquematismo y el mecanicismo del análisis social antidialéctico y el revisionismo parlamentario que planteaba la sucesión mecánica y pacífica de etapas, plantea que la acción consciente de los obreros y campesinos bajo la dirección del Partido puede impulsar los procesos revolucionarios, aplicando así, el principio dialéctico de la contradicción a la práctica política, proponiendo el papel de la Violencia Revolucionaria como motor de la Historia.
En el campo de la Economía Política, el Leninismo continuando la tarea de Marx realiza un análisis sistemático del Imperialismo;  el imperialismo es la fase superior del  capitalismo, en el cual el capital de acumula en cada vez menos manos, conformando los denominados monopolios, que son gigantescas asociaciones capitalistas, que controlan ramas enteras de la producción, y que pelean por el reparto del mundo, de los mercados y de las materias primas, hecho que desencadena en las grandes guerras imperialistas, en defensa de los intereses de los monopolios.
En la aplicación práctica de la Economía Política, Lenin desarrolla las nociones de la Nueva Política Económica que permitió a la Unión Soviética atravesar con éxito la sangrienta guerra civil y consolidar en el poder al Partido Bolchevique, desarrollando además las líneas generales de los Planes Quinquenales de Industrialización y la Colectivización de la Agricultura, los mismos que serían llevados adelante con gran éxito por Stalin, postulando la posibilidad de que la acción conciente del Proletariado bajo la guía del Partido puede generar cambios en la Base Económica.
En lo que respecta al Socialismo Científico, el leninismo, plantea la construcción de un Partido, el mismo que debe organizar la lucha de clase del proletariado, dirigir esta lucha, y tener como objetivo final la conquista del poder político por el Proletariado y la organización de la Sociedad Socialista. Este Partido debe convertirse en la vanguardia del proletariado, debe organizar su lucha contra toda la clase capitalista y contra los gobiernos de esta clase capitalista. El Partido se nutre de los mejores y más avanzados miembros del Proletariado, los mismos que deben insertarse en los sectores populares e ir a través del estudio, la agitación y la organización ir generando las condiciones subjetivas para la revolución, de manera que, en los momentos de crisis generales del capitalismo, estén en capacidad de guiar a las masas hacia la Toma del Poder.
Estos cuadros así, no esperan que se den las condiciones, sino que se encargan de generarlas, no las condiciones económicas, que siempre están dadas, sino las condiciones subjetivas de las masas proletarias y campesinas, es decir su capacidad política y militar para derrotar a la burguesía.
Una vez que se crean las condiciones, y se producen momentos de quiebre de la hegemonía de la burguesía, el Partido es el encargado de generar, la Insurrección, que es un levantamiento general armado de las masas proletarias y campesinas, en el cual, vencen militarmente al Estado Burgués y se convierten en poder, bajo la vanguardia del Partido.
El Estado Burgués y sus formas de gobierno, incluida la democracia burguesa, deben ser destruidas, y se instaura una Dictadura del Proletariado, que dirige el periodo de transición del capitalismo al Comunismo, conocido como Socialismo, que es un periodo en el cual el proletariado destruye todos los rezagos de la sociedad capitalista, su modo de producción, sus formas sociales y culturales, y construye la sociedad sin clases, sin propiedad privada, y donde el Estado finalmente va diluyéndose en la  Sociedad Comunista.
La experiencia histórica de las revoluciones latinoamericanas puede resumirse como Guevarismo, y esta experiencia aporta, plantea como estrategia revolucionaria la Guerra Revolucionaria del Pueblo, propone que un foco guerrillero puede establecer una base de poder popular armado que mediante acciones guerrilleras puede ir creciendo hasta convertirse en una fuerza política y militar capaz de llevar adelante un proceso de ofensiva estratégica que desemboque en una Insurrección y la destrucción del aparato estatal.
La Guerra Revolucionaria del Pueblo plantea una modificación estratégica a las teorías de la Guerra Popular Prolongada y de la Insurrección, puesto que propone la posibilidad de una movilización armada de las masas que se constituya desde la construcción de poder popular y que desencadene en procesos insurreccionales. La necesidad de este tipo de procesos parte del hecho que los ejércitos nacionales latinoamericanos son organizaciones reaccionarias al servicio del Imperialismo, y por lo tanto, jamás generarán procesos como el acontecido en la URSS donde las tropas se opusieron al gobierno provisional y respaldaron la insurrección, sino que son ejércitos de ocupación imperialista contra los mismos países que dicen defender;  por lo tanto, en medio de un proceso revolucionario, las masas armadas deben derrotar militarmente a los ejércitos nacionales construyendo su propio ejército, un ejército revolucionario, que además tras el asalto del poder, se convierte en la base armada de la dictadura del proletariado. Una de las falencias históricas de este método, ha sido la equivocación de desarrollar organizaciones político- militares sin una guía partidista, por lo tanto, el Guevarismo plantea que la organización revolucionaria se constituye como Partido y luego desarrolla la guerrilla. 
La guerra de guerrillas es un método que puede ser aplicado en el campo y la ciudad, y que es capaz de generar guerras rápidas que movilicen a las masas, aprovechando las situaciones de crisis de los países de la periferia del capital. En este caso la noción de Partido se amplía, puesto que la organización revolucionaria se constituye como Partido, es decir, para el Guevarismo la guerra es fundamentalmente un problema político, y su resolución exitosa es la capacidad de orientación política del pueblo en armas.
El proceso insurreccional se genera con la combinación de lucha guerrillera en el campo y la ciudad. La ciudad se convierte también en trinchera de batalla, el Guevarismo plantea la organización político y militar de los habitantes de las periferias urbanas para desestabilizar y derrotar el control por parte del Estado burgués. La guerrilla urbana, o semi urbana, es una táctica dentro de la Guerra Revolucionaria del Pueblo que busca organizar a las cada vez más crecientes masas sub- proletarias que pueblan las ciudades y que se constituyen en las nuevas masas en estas épocas de crisis final del Imperialismo.
Estas luchas se articulan en un proceso de dos momentos, un primer momento denominado Liberación Nacional donde los países del Tercer Mundo se emancipan del Imperialismo, nacionalizan sus riquezas y desarrollan su industria, y un segundo momento de Revolución Socialista en el cual los países avanzan hacia una forma dialécticamente superior de sociedad; es un proceso que hacia adentro genera las bases materiales del socialismo, y hacia afuera le quita al Imperialismo su base de apoyo provocando que se hunda en sus propias contradicciones.
La Liberación Nacional es, a nivel estructural, un periodo similar a la Revolución de Nueva Democracia o Revolución Democrática Nacional, pero aplicada a las condiciones específicas de Latinoamérica, donde nos encontramos sometidos a la dominación colonial del Imperio Norteamericano, del cual hemos sido históricamente su “patio trasero”, por lo tanto la dominación, a diferencia de lo que sucedía en China o en Vietnam,  es una dominación  estructural económica, política, cultural, militar e ideológica, y por lo tanto demanda un proceso emancipador nacional que permita el desarrollo de las tareas democráticas de desarrollo industrial, previos a los procesos de colectivización. La Liberación Nacional implica un proceso emancipador específico que genere las bases materiales para dar el paso hacia el socialismo. De la misma manera, a diferencia de la “Revolución de Nueva Democracia”, en los países latinoamericanos, no se puede contar con la burguesía nacional como clase “revolucionaria” por cuanto la burguesía americana históricamente ha sido una clase parásita, vendepatria, ligada al Imperialismo y sin ningún tipo de principio nacional, por lo tanto, el Pueblo se constituye enfrentando a las burguesías criollas.
El Guevarismo propone también el antiimperialismo como proceso fundamental de la lucha revolucionaria. No se puede pensar en una revolución latinoamericana que no tenga una perspectiva internacionalista. Se propone la comunión de los pueblos del mundo contra el Imperialismo como premisa de una práctica revolucionaria verdadera. Propone la necesidad imperiosa de reconstruir la Internacional Comunista y el despliegue de la lucha comunista por el mundo.  
En lo que respecta al Materialismo Dialéctico e Histórico, desarrollará una teoría de la ética revolucionaria que consiste en la idea de que el “hombre nuevo” no se construye después de la Revolución Socialista, sino que la misma lucha revolucionaria genera en el sujeto una modificación de su visión del mundo que es la base de una nueva ética revolucionaria. Esta ética no implica que el sujeto no se encuentre cargado de las mismas contradicciones que la sociedad burguesa educa en cada persona que se ha desarrollado en su seno, sino el combate permanente contra las mismas como garantía del triunfo revolucionario. Esta es una ética del sacrificio, la honestidad, el odio como factor de lucha y el amor como fundamento del combate.
Esta ética revolucionaria, ya fue propuesta por los grandes pensadores del marxismo- leninismo, pero la diferencia consiste en que el Guevarismo convierte a la ética revolucionaria en un elemento principal de la organización revolucionaria. El cuadro Guevarista tiene que ser un comunista sacrificado al extremo, capaz de movilizar con su voluntad, en carencia de recursos y posibilidades, las mejores condiciones de las clases populares. No es solo un abstracto principio moral, sino una necesidad práctica de una revolución que se realiza en condiciones durísimas y con un enemigo brutal y poderoso. Un cuadro Guevarista que no sea capaz de actuar en condiciones de total desventaja, de ausencia de recursos económicos, incapaz de idear y movilizar todas las fuerzas de las cuales dispone, no será capaz de llevar adelante una Guerra Revolucionaria. Y este proceso de sacrificio y creatividad permanente es la que debe difundirse como principio humano de construcción de una sociedad dialécticamente superior.
En cuanto a la Economía Política encontramos tres grandes aportes de la lucha revolucionaria latinoamericana, por un lado la teoría de que las formas agrarias comunitarias, heredadas de los pueblos anteriores a la conquista, pueden convertirse en la base de un socialismo propiamente americano, y por otro lado las propuestas de autonomía económica basada en la eliminación del monocultivo, la industrialización y la construcción de una América unida que supere el fraccionamiento al que fue sometida por las oligarquías criollas. Nuestros países son países estructuralmente semifeudales y dependientes del Imperialismo, así mismo, el desarrollo capitalista de nuestros pueblos es de tipo comprador y burocrático, es decir, una burguesía dedicada a la compra y venta de productos y que utiliza el Estado como fuente de acumulación original. Por lo tanto es necesario generar formas productivas propias que den respuestas en la generación de una producción industrial, y el desarrollo de las zonas rurales, y como estas formas requieren de ingresos económicos, y anticipamos condiciones de bloqueo imperialista, solo podemos depender del desarrollo de nuestras propias formas históricas de producción comunitaria como fundamento económico de la Liberación Nacional y sobre estas la construcción de procesos de industrialización, colectivización, urbanización y revolución cultural.
El Guevarismo propone también la necesidad del desarrollo de economías nacionales y socialistas estrictamente autónomas. En medio de un Imperialismo brutal, proponemos la posibilidad del desarrollo de un socialismo en un solo país, pero para lograr eso se debe generar una economía autosustentable, de un gran desarrollo industrial y de crecimiento de las potencialidades productivas de cada uno de los países. No se puede construir el socialismo en condiciones de dependencia, los países en Liberación Nacional tienen que garantizar la economía nacional en base a sus propias y autónomas economías revolucionarias, las mismas que necesitan ir generando también nuevas formas de relaciones sociales y humanas. 




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