miércoles, 22 de abril de 2020

Lenin en abril o la dialéctica de la Revolución Proletaria



“Audacia, audacia y más audacia”


Lenin en abril, parafraseando a Danton


Lenin es el gran maestro político del proletariado, y lo es por cuanto supo desarrollar su actividad desde una perspectiva marxista, revolucionaria, radical, ortodoxa, pero jamás cayó en el purismo, el dogmatismo o el sectarismo. Lenin supo que la actividad política no se movía por principios inmóviles, sino que de los principios generales del marxismo se desprendía una actividad donde la táctica es flexible y la estrategia rígida, y esa capacidad, permitió a los bocheviques hacerse con el poder en el Imperio Ruso con un genial golpe político- militar.
Tras la derrota de la Revolución de 1905 los bolcheviques son reprimidos de manera feroz en Rusia, muchos de ellos son encarcelados en Siberia, otros asesinados, y otros terminan en el exilio, como fue el caso de Lenin. Esta derrota temporal dotó al Partido de valiosas enseñanzas, las más importantes tenían que ver con la perspectiva de poder y construcción organizativa. La perspectiva de poder planteaba la necesidad de desarrollar una estrategia política que le permita al Partido la destrucción del Estado y la construcción de la Dictadura del Proletariado, y en cuanto a la organización dio la razón a Lenin respecto a la necesidad de una organización de cuadros, selectiva, clandestina, militante, en estrecho contacto con las masas.
El Partido Bolchevique, a diferencia del menchevismo, no aspira a ser un Partido gigante, sino a ser un Partido de cuadros capaz de movilizar a las masas. El Bolchevique es un cuadro disciplinado, preparado, capacitado para dirigir y combatir en cualquier momento. Las condiciones de derrota forjaron un Partido de acero, invencible. 12 años de clandestinidad sobrevivieron los Bolcheviques hasta el levantamiento de febrero de 1917; y entonces cuando en Rusia se produce la Revolución Democrático- burguesa y se instala un Gobierno Provisional, es que Lenin puede regresar a patear el tablero de la historia.
Los Bolcheviques, haciendo una lectura mecánica del marxismo, habían decidido apoyar al gobierno provisional, planteando que había que apoyar al gobierno democrático en contra del zarismo, sin embargo, cuando Lenin llega va a plantear que es el momento de la Revolución Proletaria, que el gobierno zarista había sido derrocado, y que la burguesía del 17 a diferencia de la burguesía francesa de la Gran Revolución, era una clase débil y pusilánime, incapaz de derrotar al viejo régimen, y que esa debilidad estructural, esa crisis política debía ser aprovechada por el proletariado para dar el golpe de gracia.
Las Tesis de Abril, son el resultado de ese debate, Lenin, las publica para combatir la visión mecanicista y dogmática del Comité Central, y propone que es el momento de la Revolución, que las tareas democrático- burguesas no serán cumplidas por la burguesía, y que los Soviets, los comités de obreros, campesinos y soldados deben hacerse con el poder, ahora que la burguesía está debilitada. Stalin, acepta la crítica y se suma a Lenin, y deciden comenzar a organizar la Revolución.
Finalmente en Octubre (Noviembre en nuestro calendario) del 17, los bolcheviques tomarán el poder y construirán el primer gobierno comunista triunfante de la historia. Las enseñanzas de las Tesis de Abril son claras: el marxismo no es un dogma, es una guía para la acción, la política no es para puritanos e inmaculados, sino que es el arte de hacerse con el poder, y conservarlo efectivamente.
 El Proletariado es la clase que cumplirá con todas las tareas revolucionarias, no necesita de la burguesía para cumplir sus fines y propósitos, la burguesía es una clase débil que debe ser derrocada por la fuerza. La historia no se mueve como un río apacible y tranquilo, sino que es un agitado devenir de saltos dialécticos que en momentos de quiebre de hegemonía permitirán a las clases revolucionarias hacerse con el poder.  En un momento de democratización  de la burguesía no es la tarea proletaria defender esa democracia, la democratización burguesa es síntoma de debilidad, y esa debilidad debe ser aprovechada, con la clase dominante no existen pactos, ni alianzas, el proletariado y la burguesía son enemigos irreconciliables, y en su debilidad el proletariado debe golpear sin piedad, la Revolución Proletaria se basa en la dialéctica de las dos Revoluciones, el golpe a la burguesía no se da cuando esta es fuerte, sino cuando por su debilidad se muestra como reformista y democrática. 
La acción política en medio de esa crisis, es una acción radical como la vida misma; esa radicalidad fue la que llevó a que los mencheviques llamaran a Lenin un delirante, y sí, la Revolución es un delirio, pero un delirio que se construye en el sacrificio y la lucha, en jugarse el pellejo para demostrar las verdades, en el amor y el odio como factores de lucha, y si la realidad se opone a nuestro andar, pues, como decía el delirante Lenin de abril: ¡Peor para la realidad!.

Movimiento Guevarista Tierra y Libertad
MGTL-ECUADOR

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