ALFONSO CANO PRESENTE EN LA LUCHA DE LOS PUEBLOS
"Por qué el que murió peleando
vive en cada compañero"
La historia de América Latina ha
estado marcada por el heroísmo de los pueblos en lucha contra la colonización,
el capitalismo y el imperialismo; nuestro camino está determinado por esa
necesidad de libertad que se ha traducido a lo largo de los siglos en miles de
levantamientos, insurrecciones, rebeliones, guerras, que sembrarían los campos
y ciudades de nuestro continente de mártires de un mundo mejor. Uno de estos
mártires es el Comandante Alfonso Cano, el último dirigente revolucionario de
las FARC- EP, y una de las mentes políticas más brillantes del siglo XX, con
cuya muerte los pueblos de América perdieron a uno de sus más valiosos hijos.
La última oleada revolucionaria,
iniciada con la Revolución Cubana, permitió que en América Latina los pueblos
se organicen en guerrillas que lucharon con heroica dignidad en cada uno de los
países del continente; generando desde la praxis, todo un gigantesco aporte
teórico y práctico al pensamiento revolucionario, el mismo que de manera
injusta cayó presa de la campaña sucia imperialista, que tildó al heroísmo de
terrorismo. Y, así la historia de las FARC-EP, sus comandantes e ideólogos
cayeron en este ostracismo; y nosotros, los pueblos y luchadores de hoy,
reconocemos que es necesario rescatar a los valientes mártires farianos de la
contrapropaganda, y colocarlos a la altura de los revolucionarios más
importantes del mundo entero, aquellos que siguen siendo la guía que orienta
nuestra marcha hacia el comunismo.
El Comandante Guillermo León
Sáenz Vargas, fue el heredero, teórico del gran Jacobo Arenas, y el principal
ideólogo de las FARC-EP desde los años 90, además de ser Comandante del Bloque
Central, fue el dirigente del Movimiento Bolivariano y del Partido Comunista
Clandestino Colombiano, es decir, fue un revolucionario integral, un comunista
práctico, teórico y organizativo.
Esta gran capacidad
revolucionaria lo llevaría a convertirse en el Comandante de las FARC- EP, tras
la muerte del Comandante Manuel Marulanda; conociendo su capacidad política, el
imperialismo, su títere Santos y las hienas sedientas de sangre se lanzarían en
busca de la vida del Comandante , para finalmente emboscarlo en una operación
millonaria, y asesinarlo de manera cobarde el 4 de noviembre de 2011, para que
Santos saliera horas más tarde a regocijarse del crimen que acababa de cometer,
crimen no solo contra la persona del Comandante Cano, sino contra los pueblos
de América que perdían a uno de sus grandes pensadores, a un intelectual
orgánico capaz de llevar el marxismo- leninismo a hacerse carne y sangre de los
pueblos americanos.
231 años antes en la plaza del
Cuzco, otro de nuestros mártires había sido sacrificado por los colonizadores
españoles, y sus miembros enviados a los cuatro puntos de los dominios
coloniales, buscando evitar que los pueblos americanos vuelvan a levantarse; el
efecto fue el contrario, y hasta el día de hoy recordamos la lucha de Túpac
Amaru II, y levantamos su bandera como símbolo de la libertad que vendrá.
Santos quiso hacer lo mismo con el Comandante Cano, tras asesinarlo exhibió su
cadáver para amedrentar a los pueblos de seguir su ejemplo, pero al igual que
sucedió con José Gabriel Condorcanqui, la muerte de Alfonso Cano, su heroísmo
fue semilla que cayó en suelo fértil, y “nuevas manos se aprestan a entonar los
cantos luctuosos con tableteos de ametralladora y gritos de guerra y victoria”,
esas nuevas manos de miles de americanos que siguen viviendo la injusticia y la
opresión, y que ven en la bandera rojo y negra de la liberación la única
alternativa posible para vivir en una sociedad justa y libre. Alfonso Cano
sigue siendo el ejemplo de los pueblos, el valiente paladín de la clase obrera,
ante quién el día de hoy, a seis años de su martirio, juramos nuevamente
vencer o morir.
MOVIMIENTO GUEVARISTA
TIERRA Y LIBERTAD.
ECUADOR
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