sábado, 4 de noviembre de 2017

ALFONSO CANO PRESENTE EN LA LUCHA DE LOS PUEBLOS


"Por qué el que murió peleando vive en cada compañero"
La historia de América Latina ha estado marcada por el heroísmo de los pueblos en lucha contra la colonización, el capitalismo y el imperialismo; nuestro camino está determinado por esa necesidad de libertad que se ha traducido a lo largo de los siglos en miles de levantamientos, insurrecciones, rebeliones, guerras, que sembrarían los campos y ciudades de nuestro continente de mártires de un mundo mejor. Uno de estos mártires es el Comandante Alfonso Cano, el último dirigente revolucionario de las FARC- EP, y una de las mentes políticas más brillantes del siglo XX, con cuya muerte los pueblos de América perdieron a uno de sus más valiosos hijos.
La última oleada revolucionaria, iniciada con la Revolución Cubana, permitió que en América Latina los pueblos se organicen en guerrillas que lucharon con heroica dignidad en cada uno de los países del continente; generando desde la praxis, todo un gigantesco aporte teórico y práctico al pensamiento revolucionario, el mismo que de manera injusta cayó presa de la campaña sucia imperialista, que tildó al heroísmo de terrorismo. Y, así la historia de las FARC-EP, sus comandantes e ideólogos cayeron en este ostracismo; y nosotros, los pueblos y luchadores de hoy, reconocemos que es necesario rescatar a los valientes mártires farianos de la contrapropaganda, y colocarlos a la altura de los revolucionarios más importantes del mundo entero, aquellos que siguen siendo la guía que orienta nuestra marcha hacia el comunismo.
El Comandante Guillermo León Sáenz Vargas, fue el heredero, teórico del gran Jacobo Arenas, y el principal ideólogo de las FARC-EP desde los años 90, además de ser Comandante del Bloque Central, fue el dirigente del Movimiento Bolivariano y del Partido Comunista Clandestino Colombiano, es decir, fue un revolucionario integral, un comunista práctico, teórico y organizativo.
Esta gran capacidad revolucionaria lo llevaría a convertirse en el Comandante de las FARC- EP, tras la muerte del Comandante Manuel Marulanda; conociendo su capacidad política, el imperialismo, su títere Santos y las hienas sedientas de sangre se lanzarían en busca de la vida del Comandante , para finalmente emboscarlo en una operación millonaria, y asesinarlo de manera cobarde el 4 de noviembre de 2011, para que Santos saliera horas más tarde a regocijarse del crimen que acababa de cometer, crimen no solo contra la persona del Comandante Cano, sino contra los pueblos de América que perdían a uno de sus grandes pensadores, a un intelectual orgánico capaz de llevar el marxismo- leninismo a hacerse carne y sangre de los pueblos americanos.
231 años antes en la plaza del Cuzco, otro de nuestros mártires había sido sacrificado por los colonizadores españoles, y sus miembros enviados a los cuatro puntos de los dominios coloniales, buscando evitar que los pueblos americanos vuelvan a levantarse; el efecto fue el contrario, y hasta el día de hoy recordamos la lucha de Túpac Amaru II, y levantamos su bandera como símbolo de la libertad que vendrá. Santos quiso hacer lo mismo con el Comandante Cano, tras asesinarlo exhibió su cadáver para amedrentar a los pueblos de seguir su ejemplo, pero al igual que sucedió con José Gabriel Condorcanqui, la muerte de Alfonso Cano, su heroísmo fue semilla que cayó en suelo fértil, y “nuevas manos se aprestan a entonar los cantos luctuosos con tableteos de ametralladora y gritos de guerra y victoria”, esas nuevas manos de miles de americanos que siguen viviendo la injusticia y la opresión, y que ven en la bandera rojo y negra de la liberación la única alternativa posible para vivir en una sociedad justa y libre. Alfonso Cano sigue siendo el ejemplo de los pueblos, el valiente paladín de la clase obrera, ante quién el día de hoy, a seis años de su martirio, juramos nuevamente vencer o morir.                                                       
MOVIMIENTO GUEVARISTA TIERRA Y LIBERTAD.
ECUADOR


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